Can Vivot es un Bien de Interés Cultural declarado Monumento Nacional Artístico en 1973. Su aspecto más relevante es el que le dio la reforma promovida por el primer marqués de Vivot entre 1690 y 1711. Su patio principal, de principios del siglo XVIII, es uno de los más emblemáticos de Mallorca. En el interior de la casa se conservan amplias estancias con sus decoraciones originales de los siglos XVII y XVIII. Dispone de parking propio y es muy espacioso.